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Cabeza - Cervical
Tratamiento para Vértigos
El vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB) es una condición en la que se experimentan episodios breves de vértigo al cambiar la posición de la cabeza. Estos episodios suelen durar menos de 60 segundos y pueden ir acompañados de náuseas y movimientos involuntarios de los ojos, conocidos como nistagmo. El diagnóstico del VPPB se realiza mediante evaluación clínica.
El VPPB es la causa más común de vértigo recurrente relacionado con el oído, y tiende a afectar más a medida que se envejece. Puede tener un impacto significativo en el equilibrio, especialmente en los ancianos, lo que puede aumentar el riesgo de caídas y lesiones.
En la mayoría de los casos, el VPPB se produce por conductolitiasis, que se caracteriza por la presencia de partículas o material desprendido de los órganos del equilibrio que se desplazan dentro del oído interno. Estas partículas pueden entrar en los conductos del equilibrio y causar problemas cuando realizamos ciertos movimientos de la cabeza.
Cuando estas partículas se desplazan dentro de los conductos del equilibrio durante los movimientos de la cabeza, pueden estimular los receptores del equilibrio de una manera anormal, lo que provoca síntomas como el vértigo (sensación de giro) y el nistagmo (movimientos involuntarios y repetitivos de los ojos). En este tipo, el nistagmo tras el cambio de posición de la cabeza tarda en aparecer de 1 a 4 segundos y la duración de este es breve.
Con menor frecuencia, la causa VPPB es una cupulolitiasis. En esta, las partículas están adheridas a la cúpula del conducto, la cual se vuelve sensible a la gravedad. En esta, el nistagmo aparece inmediatamente después de adoptar la nueva postura de la cabeza y persiste mientras se mantiene la posición.
El mareo es una sensación de inseguridad y falta de estabilidad corporal. Se caracteriza por una visión nublada, debilidad y la sensación de caerse o desmayarse, aunque esto no llega a ocurrir.
Por otro lado, el vértigo se caracteriza por la sensación de movimiento y giro tanto del entorno como del propio cuerpo acompañado de náuseas, deseos de vomitar y sudoración.
El tratamiento principal para el VPPB implica realizar maniobras reajuste. Estas maniobras tienen como objetivo reposicionar los cristales de calcio en el oído interno que están causando el vértigo. Estas maniobras se realizan de manera segura y suelen ser efectivas para aliviar los síntomas del VPPB.
En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para controlar los síntomas, pero generalmente no son necesarios. La cirugía es una opción menos común y se reserva para casos muy graves o que no responden a otros tratamientos.
El vértigo postural paroxístico benigno se caracteriza por síntomas intermitentes que suelen durar menos de un minuto. Estos episodios pueden desaparecer temporalmente y luego reaparecer.
Entre los síntomas más frecuentes se encuentran:
- Mareos con tendencia postural, que disminuyen en menos de un minuto.
- Náuseas.
- Vómitos.
- Movimientos involuntarios de los ojos, incapacidad para controlarlos.
- Inestabilidad o pérdida del equilibrio.
Si notas alguno de estos síntomas, deberías acudir al médico de manera urgente:
- Un dolor de cabeza nuevo, diferente o muy fuerte.
- Fiebre.
- Visión doble o pérdida de la visión.
- Pérdida auditiva.
- Dificultad para hablar.
- Debilidad en las piernas o los brazos.
- Pérdida del conocimiento.
- Caídas o dificultad para caminar.
- Entumecimiento u hormigueo.
