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Cabeza - Cervical
Tratamiento para Latigazo cervical
El «síndrome del latigazo cervical» se utiliza para describir la lesión de uno o más elementos de la región del cuello, que puede ocurrir cuando se aplican fuerzas de inercia sobre la cabeza, por ejemplo, en un accidente de tráfico, provocando dolor en la región cervical.
Se desarrolla en un 20% a 50% de las personas que sufren una colisión.
Nuestro equipo está muy familiarizado con esta condición y dispone del conocimiento y tecnología para restablecer la función y disminuir el dolor de manera rápida y efectiva.
En un accidente de coche, especialmente en choques frontales o golpes posteriores, la fuerza del impacto provoca una rápida extensión seguida de una flexión brusca del cuello. Este proceso sucede tan rápido que los músculos no tienen tiempo para proteger adecuadamente.
Durante el impacto, el vehículo y el cuerpo se aceleran hacia adelante, pero la cabeza, sin fuerza directa, permanece estática, resultando en una extensión forzada del cuello. Después de la extensión, la inercia lleva a una aceleración hacia adelante, actuando el cuello como una palanca y forzando una flexión. Las fuerzas involucradas son significativas; por ejemplo, a 32 km/h, la cabeza puede experimentar una aceleración de 12 g durante la extensión. Además, la posición de la cabeza y la rotación del cuello pueden aumentar el riesgo de lesiones en las estructuras cervicales.
Además de en un accidente de tráfico, el latigazo cervical se puede dar en otros traumatismos como una caída hacia atrás, accidental o practicando una actividad deportiva (esquí, fútbol,…). Estos solo representan un 10% de los síndromes de latigazo cervical.
El latigazo cervical se puede clasificar en varios grados:
- Grado 0: No hay dolor cervical.
- Grado I: Puede haber dolor cervical o rigidez pero el examinador no puede objetivarlo.
- Grado II: Dolor cervical con pérdida de recorrido articular o puntos dolorosos a la palpación.
- Grado III: Grado II + presencia de lesión neurológica. Afectación de reflejos osteotendinosos o alteraciones sensitivas motoras.
- Grado IV: Presencia de fractura o/y luxación.
Los síntomas más frecuentes tras sufrir un latigazo cervical son:
- Dolor y rigidez en la región del cuello.
- Cefalea de predominio suboccipital.
- Alteraciones visuales.
- Vértigo.
- Debilidad o falta de fuerza.
- Pérdida o alteración de la sensibilidad, especialmente en manos.
- Alteraciones de la concentración y la memoria.
- Alteraciones psicológicas a causa del estrés.
Después de sufrir un latigazo cervical, debemos de acudir al médico para que nos examine y determine si es necesario realizar alguna prueba complementaria.
Para prevenir el síndrome del latigazo cervical o reducir sus consecuencias, lleva siempre el cinturón de seguridad abrochado y el reposacabezas colocado a la altura adecuada:
- Altura: El borde superior debe estar entre la parte más alta de tu cabeza y la altura de tus ojos.
- Distancia: La separación entre la cabeza y el reposacabezas no debe ser superior a 4cm.
